LA DOBLE CAMA

sábado, 23 de enero de 2010

Quiero compartir con los lectores de El Show de la Vida esta editorial que escribí para uno de mis blogs "Somos Todos Técnicos" ya que el alto perfil de los protagonistas forma parte de nuestra cotidianeidad y los oscuros manejos "detrás de las cámaras y los grabadores", son ya, moneda común. Compartimos la nota:

Alfio Basile debe pensar una y otra vez si hizo lo correcto cuando arregló para ser el entrenador de la Selección Argentina por segunda vez, en 2006. En ese momento, su equipo, Boca, se encaminaba a conseguir por primera vez el tricampeonato.
Desde la AFA lo obligaron a asumir antes de ese fin de año y el Coco dejó el equipo que perdería la final del torneo a manos de Estudiantes de La Plata, con la horrorosa conducción técnica de Ricardo Lavolpe ("A Boca se lo dirige desde un helicóptero")
Una vez en la selección, Basile se dio cuenta que los tiempos habían cambiado. Los jugadores no eran los mismos de aquella fantástica Selección de 1991 que conquistara la Copa América y que luego mantuviera un invicto de 33 encuentros.El clima tampoco era el mismo. Había otra sintonía y un mercado más exigente y acelerado.
Algo no funcionó bien entre Basile y los jugadores del Seleccionado. Su devoción por Riquelme la pagó caro. Algunos creen que Diego Maradona habría participado de alguna manera de una suerte de complot para asumir la dirección técnica. Fue raro que un técnico nuevo dejase en ese momento a casi todo el mismo plantel que había dado vergüenza en Chile. El Coco se sintió herido, traicionado y según dijo hace poco, "sólo Riquelme lo bancaba".
Listo, la primera cama, hecha.
Basile se llamó a silencio y con el tiempo, tras la salida de Carlos Ischia, otro Carlos, en este caso Bianchi, lo convocó para hacerse cargo de Boca.
El Coco se confió. Tropezó otra vez con la misma piedra. Este Boca no era "aquel" Boca. Ya no estaban Rodrigo Palacio ni Fernando Gago, baluartes de aquel multicampeón. Había vuelto el Pocho Insúa pero luego de un largo parate en México no volvió a ser el mismo. Pero había algo más. Esta vez no estaba la sombra de Maradona o el apatismo de Messi. Esta vez, estaba Carlos Bianchi.


El amado ex técnico de Boca, en su rol de manager, cometió algunos errores. En principio, fue bochornosa la manera en que contrató a Abbondancieri, un arquero que los españoles entregaron contentos sabiendo que ya estaba de vuelta. Fueron disparatadas las ventas de Jesús Dátolo y la cesión de Vargas, pilares del Boca de Ischia.Fue absurda la venta de Forlín y ni qué hablar de Muñoz, para quedarse con un confuso Paleta y un controvertido Cáceres.
Cabe la pregunta: ¿Por qué Bianchi eligió a Basile?. El Coco fue el UNICO técnico que le hizo sombra fuerte al Virrey en los últimos años. Basile de cinco torneos dirigidos había ganado cinco. El día que Bianchi lo presentó, señaló que "Basile es el hombre para Boca en ESTE momento. En otra circunstancia no lo hubiera contratado".
¿Cómo, luego de esas declaraciones, Basile aceptó ir a Boca?. El hombre de recio carácter, estaba desgastado desde el primer día que volvió a la Ribera. ¿Sabía Bianchi esto?.
Ahora Basile se aleja de Boca, no de la manera que se merece. Se siente nuevamente traicionado. Su mayor virtud a nivel humano fue ser leal con los suyos. Su mayor error fue ser leal con los suyos ya que Abbondancieri e Ibarra debían haber ido hace rato al banco de los suplentes y él los mantenía, ocasionándole un serio perjuicio al club.
Carlos Bianchi, bajo su conducción como manager, vio cómo el UNICO técnico que le hizo sombra se fue derrotado y aplastado. Alguien dirá "si a Basile le hubiera ido bien, a Bianchi también. Al Virrey no le conviene complotar contra el DT porque fracasa él también al haberlo elegido".
Mentira.
Bianchi tiene las espaldas anchas. Cada vez que se vaya un Ischia, un Basile y tal vez un Alfaro o un Giunta, (el último plan artero es contratarlo debido al feeling que Blas tiene con la gente) sabe que la gente lo pedirá. Volverá cuando se le cante. Las críticas le resbalan, si él quiere ser el técnico lo será y nadie se acordará de su horrorosa gestión como manager ni los técnicos que se llevó puesto y que oh, casualidad, terminan no opinando bien de su persona.
La segunda cama. hecha.
Pese a sus errores, el Coco no merecía irse así. Basile es un buen tipo, de los que quedan pocos, porque en estos tiempos muchos se lo pasan... haciendo la cama...

Gus

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