UN FINAL FELIZ

martes, 30 de marzo de 2010

Quién puede olvidarse del cine de barrio, aquel en donde uno veía las primeras películas en una pantalla grande, y se hundía en un mundo de fantasía, acción, aventura, romance, terror o suspenso.
En mi infancia y adolescencia eso me pasaba con el cine Gran Rivadavia. En la avenida Rivadavia 8636 precisamente. Lo característico de este cine es que siempre había una cuota de suspenso extra a la película en cuestión. Siempre pasaba algo. Se trababa el proyector, se paralizaba la peli, se cortaba, empezaba tarde.
Pero uno lo quería así, con esas falencias. A fines del 2004 cerró sus puertas. Nadie se volvió a sentar en sus 1400 asientos. Los altos costos, las nuevas exigencias de seguridad hicieron poco probable su continuidad.


A mediados del año pasado, un cartel de venta destruyó el corazón de muchos vecinos. Es que no era un cine común, era un cine - teatro. Por allí actuaron Pablo Rago y Florencia Peña, entre otros. Y cantaron Mercedes Sosa, Jairo, Spinetta, León Gieco y China Zorrilla. Los vecinos juntaron firmas para impedir el cierre.
Hay dos leyes que lo protegen y una tercera está por ser sancionada. Fue declarado “de interés de las Artes Audiovisuales" por parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
El viernes 26 de marzo fue el retorno esperado. Se proyectó al aire libre la película argentina recientemente ganadora del Oscar a la mejor Película Extranjera, “El secreto de sus ojos”. 200 personas acudieron a la cita para festejar la pronta reapertura.
En una sociedad complicada, en una semana en que se mencionó mucho la palabra “memoria”, el recuerdo de un cine que fue el corazón de más de un barrio lindero, se hizo realidad para volver a ser un presente, y no un pasado.

Gus

2 comentarios:

El rincòn de mi niñez dijo...

Que bueno, me imagino que habrás estado en primer asiento no?
Ojalá nuestro cines de Munro abrieran sus puertas nuevamente.
Cuantos recuerdos en cada uno de ellos, cuantas lágrimas derramadas y cuantas alegrías.
Abrazos quebradores...Todo vuelve
clac clac clac

Gus dijo...

Hola Marisa!
Sabés que no fui? me enteré tarde!
vos fijate qué bien que se hizo el reclamo
que se logró que lo declaran de interés
y eso motiva que no se pueda vender
es un buen modo para tener en cuenta
en el caso de los cafés porteños
u otras salas.
A propósito, hay una sala de Villa del Parque que hace poquito se reabrió también!
si todo vuelve entonces abrazos quebradores... la sana costumbre!

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