UN AÑO DEL NACIMIENTO DE LA LEYENDA

viernes, 28 de marzo de 2014

 

"Nunca digas nunca", suele decirse, y con razón. Siempre señalo que no me gusta recordar a la gente en el aniversario de fallecimiento, tal vez sí de nacimiento. Pero en este caso, es válida la excepción. Hace un año se fue Don Manuel García Ferré. Hace un año se nos quebró el cuore porque más allá de la admiración que sentíamos por su obra, habíamos podido conocer al hombre.
Si, no era el mismo hombre que conocieron otras generaciones, otros dibujantes, otros compañeros de trabajo. El hombre que conocimos era alguien que, viendo lo que los fanas habían logrado mediante persistencia (el primer pack de "Aventuras de Hijitus" de Leader Music), a modo de agradecimiento había decidido armar almuerzos con la excusa de cada dos o tres meses, encontrarse con sus fanas y agradecerles el hecho de seguir siendo niños.
Que se puede decir de una muerte que duele y dolerá siempre? que, en un claro síntoma de oposición, lo mejor es recordarlo con una sonrisa, limpiando el Larguirucho de goma que uno tiene en la repisa, ordenando las revistas antiguas de Anteojito o de Hijitus, acomodando el cotillón de trulalá, viendo algún capítulo de Hijitus en la tele. El mejor modo de rendirle tributo es seguir contemplando su obra y hacérsela conocer a las nuevas generaciones.
Acostumbrados a duelos televisivos de un dia por gente mediática o "extrañamente" famosa por un día, no sé cuántos canales de tv harán ciclos de homenaje a Don Manuel hoy. Pero, el grupo de admiradores de su obra sabe muy bien que la figura de García Ferré fue enaltecida en cada aplauso brindado hacia su persona tanto en eventos como en almuerzos. Cuando Don Manuel entraba a un almuerzo, se generaba un aplauso cerrado espontáneo.
Cada uno vivió con DOn Manuel una experiencia distinta. Pude abrazarlo sin temor a que se descuajeringara. Pero no sé si pude decirle claramente "gracias por todo". Por ahí en algún mensaje grupal en algún cartel. Pero no sé si pude agradecerle por aquellas primeras historietas que lei en mi vida de "Encuentros cercanos del cuarto tipo" con Pucho y Neurus salvando la tierra, a fines de los años setenta. O por aquel Hijitus del Jack que se me había perdido por la rejilla y que hizo que siendo tan niño llorara como un marrano...
Pero si hay algo que reconforta, es ver a un grande en comunión directa con su público. Es ese "mano a mano" donde mayoritariamente pudimos hablar de detalles de historietas, de proyectos, de personajes, de historia, de técnicas de animación, de anécdotas...
El cuore está triste por no verlo más. Pucha que pasó rápido el año eh...
Siempre lo recordaremos, querido y eterno DON MANUEL GARCÍA FERRÉ

Gustavo Pedrosa

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