La historia cruda y oficial dirá que un 29 de abril de 2013
falleció Federigo Giolli. Pero la fría estadística no podrá derrumbar todo lo
que este hombre significó para el eterno Topo Gigio. Federigo era el escultor.
Iba a colocar comillas al escribirlo pero no corresponden. Giolli fue un
escultor de verdad, con sus manos y tijeras moldeaba en goma espuma al famoso
ratoncito que pedía el besito de las buenas noches a su interlocutor antes de
irse a dormir.
Quien esto escribe tuvo la suerte de conocer a este italiano
que, cuando llegó Gigio al país, se quedó a vivir para siempre.
Cuando a través de la revista “Piedra Papel o Tijera”, quien
esto escribe junto con Marisa Catania, entrevistamos a Ernesto “Corcho” Segall
(una de las voces argentinas de Gigio), en un pasaje de la nota, “Corcho” nos
mencionó que probablemente Federigo viviera en nuestro país. Y con ello, llegó
el contacto de Omar Campana, hombre clave en toda esta historia.
Dr. Omar Campana |
Ahora bien: ¿quién es Campana?. En principio, es el Coordinador del Servicio Social del Hospital
Italiano de San Justo "Agustín Rocca". Pero además, es quien ha rescatado a Giolli de la indigencia hace
varios años.
El Topo, para Federigo, había sido su vida. Una vez que el
ratoncito se retiró de nuestra pantalla, Giolli quedó sin empleo. Se quedó a
vivir en Argentina pero su salud fue deteriorándose. A través del Consulado
Italiano, fue internado en el Hospital Italiano de San Justo, pero, según
cuenta Campana: “un día el Consulado cortó ese aporte y Federigo recayó en un
lugar público. De allí se escapó, y al tiempo fue hallado en la calle en estado
deplorable, golpeado, fracturado y muy débil. Finalmente me ocupé de traerlo
nuevamente al Hospital y a partir de allí permaneció a mi cargo”.
La historia de Federigo atrapó tanto a Omar que desde esos
primeros momentos intentó entrar en contacto con los familiares o conocidos a
los que podía acceder. ¿Cómo es posible que alguien tan relacionado con un personaje mundial como es Gigio termine solo, en ese estado? Encomiable la tarea de Campana. Encomiable. En una de sus tantas charlas, Federigo le había hablado
de su relación con “Corcho” Segall, y navegando por la web, Campana dio con la
nota que le habíamos hecho a la “voz” argentina de Gigio y entró en contacto
con nosotros.
Así fue que nos organizamos y le pudimos hacer una visita a
San Justo para conocerlo. Fue un
reencuentro emotivo en el que nos firmó los Topos que llevamos y hablamos un
rato con él.
Tremendamente emotivo fue cuando Corcho lo miró fijo a los
ojos a Federigo, acto seguido le mostró una caricatura de un joven Corcho y éste,
mirando la caricatura, volvió a fijar la vista en él y le dijo “¡Corcho Segall!”. Tremendamente
emotivo.
Según cuenta Segall, Federigo decía “Corrrrrchito, ¿me puedes
comprar cigarritos o cigarros, que no tengo un puto cobre?”
Ese mismo día, supimos
que hasta hace un tiempo, Giolli había vuelto a recortar figuras sobre goma
espuma, de hecho las hemos visto. Pero nunca más volvió a hacerlo. Unos meses
después de haber llevado a cabo ese primer encuentro, sobre fines de diciembre de 2011, volvimos, ya que “Corcho” había
prometido ir al Hospital Italiano de San
Justo, guitarra en mano, para alegrar a
la gente de allí, Federigo incluído.
Federigo Giolli junto a "Corcho" Segall.
Y fue una jornada inolvidable. Segall interpretó temas de
todos los tiempos, alegró a toda la gente del lugar y el mismo Federigo asentía
con la mirada alegre.
Siempre quedó pendiente una nueva vuelta. Campana informaba
por teléfono sobre la caída de su salud. Pasaron los meses y en mayo de 2013,
tras una llamada a Omar, el doctor informó que el 29 de abril, las manos del
escultor ya no se moverían más.
Se había ido, sencillamente a esculpir nubes… Algunos noctámbulos
que acostumbran ver el cielo con la ilusión de descubrir “algo más”, afirman
que cada tanto suele verse alguna nube con forma de topo…