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SOCORRO, LA ORGANIZACION DEL PERPETUO

domingo, 6 de noviembre de 2011


Hace poquito, se llevó a cabo una nueva Peregrinación hacia la Basílica de Luján.
La tecnología nos permite compartir hoy en día vídeos de este tipo de eventos especiales, en este caso con un alto contenido religioso personal.




Pese a lo informado, no he visto tanta gente como en otros años. Hace un año habíamos realizado un post de la peregrinación del año pasado y habíamos mostrado el  contraste entre la riqueza de las quintas de Moreno y la pobreza al otro lado de la vía. Esto no sólo se mantiene sino que en esta peregrinación, más que nunca encontrábamos a varios niños vendiendo vasos de agua.  Aquí un racconto en imágenes y vídeos de lo vivido.







Como ha ocurrido muchas veces, fui con la gente del Perpetuo Socorro de Villa Luro. Añoro mucho las primeras peregrinaciones que hice con el Socorro, allá por 1998. Esta fue una de las peores organizaciones vividas por mí. Me anoté, jamás me dieron un mapa con las paradas, prometieron mandarlo por mail, esto nunca sucedió. La razón por la que necesitaba esto era que no salía directamente del lugar de partida con ellos.
No me dieron ningún celular de referencia, como sí hace la gente del Sacramento, parroquia aledaña con la que fui dos veces.
El chico encargado de ésto, cuando llego a Rodríguez (siii recién allí encontré al grupo!), y le cuento de todo este desastre organizativo, se fastidia!!. De no creer... A Dios rogando y con el mazo dando, no falla nunca... 
Ojalá que quienes manejen esto lo hagan con criterio y no dejen a mocosos post adolescentes soberbios porque esta imagen se contrapone con la dulzura y el amor que predican algunos








Hermosa imagen del atardecer

 

En los últimos vídeos podemos escuchar el irritante relato de una de las monjitas que acompañaban la imagen de la Virgen. Faltando pocos metros y que alguien te diga "si obraste mal, si cometiste macanas, Dios lo sabe..." te hincha realmente las pelotas. En mi caso voy por promesas personales pero  este tipo de manifestaciones verbales cuando estás con los pies hechos pelota, te jode y mucho.



Creo que lo ideal es alentar o bien no decir nada y que uno zafe ese último tramo de la mejor manera. Imagínense, cansados, con ganas de llegar a la Basílica y enseguida al micro (esto, digan lo que digan, ES ASI), y que una vocecita irritante te esté mandando fruta sermonera. Diooooosssss!!!

 


Creo que lo ideal es alentar o bien no decir nada y que uno zafe ese último tramo de la mejor manera. Imagínense, cansados, con ganas de llegar a la Basílica y enseguida al micro (esto, digan lo que digan, ES ASI), y que una vocecita irritante te esté mandando fruta sermonera. Diooooosssss!!!


La llegada a Luján.

La llegada a Luján, la Basílica estaba cerrada (¿?) por refacciones, (justo ese día) por eso la falta de luz.
Una nueva promesa cumplida, una nueva manifestación masiva de fe, pese a todo.
En otros años he ido con el mismo Perpetuo, con el "Sacra" de Villa Luro, con San José de Flores y con San Ramón. En estos últimos dos casos me ha pasado de presenciar cómo iban "corriendo carreras" por llegar una hora antes a las paradas, lo cual desalentaba a mucha gente grande que quería ir con el grupo con el que se había anotado.  Por suerte, he llegado casi todas las veces, solamente no llegué la primera vez que fui en 1992, como le ocurre a muchos. Pero en función de aquellos que hacen un esfuerzo, los que acompañan el carrito no deberían correr carreras, sino  IR EN COMUNIDAD. 
¿La Iglesia Católica? mmmmm tiene que revisar muuuuuchas cosas!!!
AMEN

Y FUIMOS HASTA ALLI...

miércoles, 6 de octubre de 2010


El sábado 2 de octubre no fue un día más. Una nueva peregrinación a Luján y quien esto escribe nuevamente embarcado en ese momento único. Porque durante las peregrinaciones uno va transitando diferentes estados de ánimo. Hay momentos de reflexión, de alegría, de bajón y de calma.

Unas tomas desde Merlo. Se aprecia la muchedumbre que va adelante.

Esta es la décima vez que llego a Luján. Muy atrás quedó aquel lejano 1992 en donde me quedé varado en Rodríguez. En 1998 volví y llegué por primera vez. Un año después, realicé el trayecto con un agregado al final: el carro que llevaba la imagen de la Virgen se rompió, los chicos que llevaban las mochilas arriba las sacaron y desaparecieron. Esto ocurrió luego de cruzar el primer puente, con lo cual faltaban algunos cuantos kilómetros más. En eso, pasó el cura, el Padre Raúl, por ese entonces párroco del Perpetuo Socorro, y dijo: "¿Qué pasó?". Uno de los chicos (habíamos quedado cuatro para llevar el carro) le comentó que se había roto y el cura muy suelto de cuerpo dijo "¿ah sí? ,¿y qué esperan para repararlo?".
Una vez superado el cuadro de indignación por la desfachatez del "ministro de Dios", levantamos el carro nosotros y lo llevamos en andas como pudimos. Fue una de las mejores experiencias, ya que parecía que no podíamos y con perseverancia llegamos.
Entrada la década del cero, volví a ir varias veces más. La mayoría con El Perpetuo Socorro de Villa Luro, salvo un año que fui con la gente de la Iglesia San José de Flores y dos con el Santísimo Sacramento de Versailles. Con la de San José fue una experiencia brava. Quienes llevaban el carrito iban a doscientos por hora y no se los podía alcanzar. En un intento por alcanzarlos, me torcí un tobillo y caminé desde Rodríguez hasta Luján con una torcedura.
Con el Sacramento fue todo bien, costó más la segunda vez que la primera. Hasta que este año volví con El Perpetuo Socorro. Debo decir que la gente que dispusieron para la atención cumplió muy bien sus roles. Alcanzaban agua, caldos, sándwiches, alfajores, caramelos...
Pero siempre pasa algo. En toda peregrinación algo me ocurre. En este caso, en la parada de La Reja, hice cola para ir al baño químico. La piba que estaba adentro no salía más. Cuando sale se me adelante otra chica y sube. Estaba que volaba. Apenas sale, veo que otra me quiere pasar. Le dije: "no te enojes pero estoy yo".
Y ahí vino lo peor.
Me dijo "pero éste es el baño de mujeres. El químico de hombres está allá".
Y tenía razón, pero no sólo tenía razón sino que, junto con sus adolescentes amigas, comenzaron a reír. Un quemo total.
El baño del papelón. Inolvidable.

Salí del baño y vi que en el carrito comenzaban a poner cumbia, razón por la cual comencé a caminar y de ese modo pude llegar antes que el carrito, hecho histórico ya que por lo general quienes lo manejan van a doscientos por hora.
Al llegar a Moreno, noté cómo la brecha que separa las casas de gente pobre del otro lado de la vía, se está estrechando cada vez más con las quintas que están del lado de la ruta. Paradójico, una brecha estrecha y a la vez, lamentablemente cada vez más ancha y distante.

Llega la cumbia al carrito. Y yo me dispongo a volar de allí y a adelantarme.

Los puestos estaban a full. A alguien se le ocurrió grabar un disco irritante que machacaba con la siguiente frase:
"para llegar bien a Luján y no perder sales minerales, tomate un GATORADE. GATORADE GATORADE GATORADE BIEN HELADO".
No, no exagero, el locutor trucho lo repetía cuatro veces. Y luego volvía la frase.
Y aunque no lo crean, siempre había gente pidiendo Gatorade. La publicidad poco convencional funcionaba y ese disco se había repartido en varios puestos a lo largo del camino.

Moreno del otro lado de la vía. Muy cerquita de las quintas, la pobreza en aumento.

Por otro lado, había puestos de venta de tortas, pasta frola, empanadas, y mucho chori. El olorcito era tentador pero no es conveniente clavarse un chori debajo de ese fuerte sol y en medio de una peregrinación.

La gente de Berazategui llevó una enorme y hermosa Virgen de Luján.

Nuevamente como en los últimos años, el Speed fue la bebida más vendida, a cinco mangos la lata. Le seguía la cerveza helada.
El resto de la peregrinación fue muy veloz. Vaya a saber por qué pero llegamos a Rodriguez una hora antes que la estipulada, a las seis de la tarde. Allí nos aguardaba el siempre bien ponderado caldo. Los mosquitos libraban su batalla mientras caía el sol. La venta de bastones aumentaba, en un puesto a un iluminado se le ocurrió ofrecer bastones "cortados a medida". El precio era de dos pesos.

La última parada antes de llegar a Luján. Nos disponíamos a dejar Rodríguez para llegar a destino.

Como decía llegamos a Rodríguez temprano. Y salimos al rato para llegar a Luján once menos veinte de la noche. Insólito, jamás había llegado tan temprano. Y encima llevando el carrito. Esto era bueno porque por un lado, uno toma impulso automáticamente al llevar el carro, y por otro, me aseguraba que no se me escaparía en poder de ninguna pierna ligera.
Debo decir que me ayudó escuchar el mp3, sobre todo en los tramos finales, oír la voz de Ciro cantando "Vine hasta aquí" era realmente un placer.
A veces, cuando uno está en la parte oscura de la peregrinación, cansado y ampollado, piensa "éste es el último año, es un esfuerzo de la p... madre". Pero luego cambia de opinión.
Al llegar, la satisfacción y la alegría me inundaban el cuore, junto con las ganas de volver.

Cansancio y alegría. La Basílica es imponente y con los últimos arreglos efectuados hace unos años, ha quedado realmente para el aplauso.

A quien no fue y se anima, recomiendo esta peregrinación. Realmente llena y gratifica el alma.

Gus

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