¿BRASIL? MIRA, RÍE Y CRECE.
El conflicto entre el sector rural y el gobierno ha demostrado la gran costumbre que muchos de nosotros tenemos de rotular o ponerles una etiqueta a los protagonistas.
El hastío que muchos tenemos de la clase política, dirigencial o sindical de las últimas décadas tal vez fomente que, consciente o inconscientemente, rotulemos.
Creo que rotular es más sencillo, menos cansador, con una etiqueta englobamos, sentenciamos y determinamos todo.
Aquí dos etiquetas muy leídas en estos últimos días:
“Gorilas Oligarcas”: ciudadanos que salieron a golpear su cacerola.
“Gente Paga”: ciudadanos que fueron a la Plaza a apoyar al gobierno.
Creo que ambas son relativas. Estas etiquetas muchas veces parten de los filtros a los que nos vemos sometidos diariamente y que nos impiden pensar, analizar y concluir elaboraciones mentales propias, genuinas. Pienso que estaría bueno en muchos casos, si nos despojáramos de los comentarios del primo, tío, amigo o vecino sabelotodo infalible que está presente en toda familia o comunidad. Que nos corramos un poco de la opinión de “aquel periodista que parece creíble” porque tal vez responda a los intereses de una empresa patrocinante de ese programa o quizás a los de la propia empresa periodística. Que no nos autocensuremos en opinar algo“porque por ahí no le cae bien a tal o cual persona”. Si nos despejáramos un poco de todos esos filtros, primero, podríamos respirar un poco de aire puro.Vivimos sobresaturados de información, y si usted, lector de este blog, se toma la molestia de sintonizar un par de programas de radio, se encontrará con un montón de frases hechas y de etiquetas en los contestadores que los programas ponen al aire con testimonios de sus oyentes.
“A éstos hay que matarlos a todos”.“D’Angelis es el nuevo Perón”. “Cristina usó el tono de Evita en eldiscurso”.
Sí, llegamos a estos niveles. A las opiniones del comunicador influyente y creíble, se suman las de “oyentes con los cuales nos identificamos”. Y de esta manera terminamos rotulando.
Estamos viviendo una crisis muy abarcativa,no solamente económica, sectorial o social. Y para ello, creo que lo mejor es además de despojarse de los filtros mencionados, leer todo lo relativo al tema, ver a los protagonistas del conflicto en distintos medios, leer entre líneas, analizar los intereses posibles de los medios y de los propios protagonistas, saber quiénes nos están hablando.
En principio, nos habló el matrimonio K.Néstor armó un simulacro de conferencia de prensa con hinchada propia que recordaba la tribuna futbolera de aquel programa de Fernando Niembro “El Equipo de Primera”. Néstor le dijo al pueblo que él siempre había sido sincero (el presidente de un partido político le habla al “pueblo”?). Esto no es así,Néstor no ha sido sincero, en principio con él mismo. Con su propia convicción.Lamentablemente para él, no resiste un archivo. Muchos hemos visto en la televisión informes del año 2002 cuando Néstor decía que “las retenciones sirven sólo para alimentar la burocracia nacional”. Entonces, usted no es sincero, Néstor. No es creíble. Aquel escenario político (no me referiré al económico porque es muy obvio) era más complicado que el actual. Pero no dejaba, en un punto, de ser similar. Usted se manifestaba en contra de algo más que una ley, usted estaba en contra de un concepto, de una idea.
Es sugestivo que apoyara a “Dányelis”(cuando uno quiere disminuir al otro lo llama distorsionando su apellido) en los cortes relativos a la papelera Bosnia pero ahora, en función de sus intereses lo fustigue. Entonces, no mienta Néstor. Usted no es sincero con “su pueblo” al que le habla siendo presidente de un partido político. Tachenme la doble entonces.
Ahora Cristina.
La idea original de Cristina no era hablar tres veces en dos días por Cadena Nacional. Lo hizo, simplemente para evitar la pantalla partida de señales televisivas “golpistas”. Fue realmente extraño escuchar la marcha peronista en uno de los mensajes por Cadena Nacional como sifuera el nuevo himno de todos. Extraño y desubicado.
En el acto, Cristina se refirió a que si “esos tres o cuatro señores que nadie votó” están en desacuerdo que formen un partido y se presenten en las próximas elecciones. Cristina: la gente, le recuerdo, la votó para que tenga autoridad pero no para que sea autoritaria.Ese concepto suyo termina no legitimando no solamente la protesta en cuestión sino cualquier protesta.
Cualquier empresa mundial de mediano nivel para arriba tiene gente especialmente encargada para resolver crisis. Gente que utiliza su inteligencia es pos del más común de los sentidos para resolver crisis terminales. Si una empresa mundial de mediano calibre posee este sector:¿cómo un país como Argentina, que es referente para bien o para mal a nivelmundial, no tiene gente capacitada para resolver una crisis así?. ¿Cómo una dirigencia nacional se permite el lujo de tener 100 días de paro agropecuario?.Eso es una alarmante impericia y enconos al margen, parte casi siempre desde arriba. Tachenme la generala.
Ahora bien, si usted, lector de este blog leyó hasta aquí sin dormirse sobre el teclado, creerá que los comentarios vertidos más arriba dejan mal parado al matrimonio K y bien al señor D’Angelis.
No.
Y vayan tachando el póker y el full.
Creo, después de haber escuchado mucho, que el concepto teórico de retención no es errado en esta actualidad, sobre todo para la soja. Lo dudo en cuanto al trigo y al maíz. La impericia antes mencionada se manifiesta también en la carencia de una política agraria adecuada. Pero también es cierto que muchos de los “capos” rurales que hoy reclaman, en diferentes momentos de años anteriores, por no bajar los precios preferían TIRAR los alimentos a la basura. Antes que dárselos a gente que estaba en la mala, los TIRABAN, los derramaban. Eso me pareció muy inhumano de su parte. Y creo también que es bastante ruin jugar con un desabastecimiento. Hace poco, cuandolas cámaras los mostraban tirando leche, decían que “estaba pasada y no servía para nada”. Algunos, en pose, donaban alimentos a los pobres, como no lo hacían años atrás, como ya he mencionado. Esto se demuestra mediante archivos televisivos no parte solamente de la memoria de quien esto escribe.
Además, muchos de los “capos” rurales se lo han pasado en estos dias visitando cuanto programa de radio y tele estuviera disponible, sea “adicto” o no. Para algunos, las cámaras son irresistibles. Una pena, porque si se hubieran mostrado multiplicados, creo que hubieran tenido más fuerza aún.
Ahora insinuaron presionar a los legisladores. No.
Tachénme el seis y el cinco. El Congreso es la instancia de debate. Escucharemos muchas palabras cuasi extorsivas en estos días. Ojo, señores agrarios, mucha gente no “caceroleó” a favor de las retenciones, muchos lo hicieron pidiendo un diálogo, pidiendo sentido común.Así como hubo gente que manifestó a favor de Cristina sin que le dieran un peso, también hubo gente que de modo espontáneo salió a reclamar con la cacerola en la mano. Esto es muy abarcativo y relativo, es muy fácil pero peligroso generalizar y rotular.
Creo que esto no es una historia de Buenos versus Malos.
En medio de todo esto, Brasil, como vemos en la foto, mira la situación como si estuviera frente al televisor viendo una comedia bizarra guionada por Pedro Saborido, el guionista de Diego Capusotto.Brasil ve esto, sonríe y avanza.
Táchenme el cuatro, el tres el dos…
(post realizado el 24 de junio de 2008 en el anterior blog)
Gus